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sábado, 16 de febrero de 2013

2 temp. 4 capítulo

Sofia entraba sigilosamente en mi cuarto. Yo estaba dentro de mi cama, tenía un poco de frío. Berta estaba sentada encima de mi cama. Lidia y Mireia ya estaban tumbadas en el colchón inflable. Lo cierto es que no tenía ni idea de donde iba a dormir Berta y Sofia, no cabían en el cuarto. Supongo que Berta podría dormir en un colchón que tenía sobre un baúl pegado a la pared. Era bastante cómodo  me gusta sentarme a leer allí, puedo ver las estrellas desde las ventanas que hay al lado. Pero ¿dónde dormirá Sofia? Tanto pensar me hizo no darme cuenta de lo ocurrido. Berta estaba con unos ojos de loca acercándose íntimamente a Sofia para que le contara lo que ha pasado. No entendía nada.
- Sofia ¿Que ha pasado?- decía instintivamente Berta
- Chicas, no hay espacio para Sofia en el cuarto.- dije preocupada. Pude ver la mirada de asombro de Berta, supongo que no podía creer que haya interrumpido a Sofia.
- Mireia dijo, bueno podemos dormir tres en el colchón inflable. Un poco apretujadas, pero tumbadas estaremos todas.
- A lo mejor puede dormir con Adrián - soltó Berta



- ¡Berta! - gritó Sofia
- ¿Qué pasa Sofia? No entiendo nada.
- A ver, - respiro y se acerco hacía mí - espero que no te enfades, pero llevaba colada por él meses. Entonces hoy me ha pedido una cita.
- ¿Quién? - dije confusa
Adrián, ¿Quien si no? - dijo ella con una sonrisa, al pronunciar su nombre.
Me quede boquiabierta ante la noticia. Al ver que no decía nada, Sofia se giro.
- Lo ves Berta, se ha enfadado, además a lo mejor Adrián se lo quería decir.
Me levanté y abrace por la espalda a Sofia.
- ¿Qué está haciendo? - decía Berta
- ¿Os lo cuento? - dije indecisa
- Si, si, si, si y si - insistió Berta
- Si -dijo Mireia ansiosa de más cotilleo
- En mi sueño, ocurre eso.
- ¿el qué? - dijo Lidia
- Pues esto, mi hermano y Sofia salieron en mi sueño.
Todas acabaron diciendo " wow". Yo sonreí. Me llenó de esperanza. Aunque no estuviese saliendo exactamente como soñé, estaba ocurriendo.
- Me alegro un montón hacíais una pareja super adorable- dije riendo
Sofia se reía confundida.
- Bueno chicas, estoy muy cansada- dijo Lidia con los ojos que se le cerraban.
- Entonces, ¿ Vais a dormir tres chicas en el colchón inchable y una en el baúl?
- Tía no digas lo del baúl que suena mal. - dijo Berta
- Me pido el baúl- dijo muy rápido Sofia.
Berta indignada se tumbo en el colchón inflable.
- Buenas noches- dije sonriendo. Como las quería. Intente  no pensar mucho en Miguel, pero era inevitable  Intentaba animarme, "si Sofia y Adrián han podido volver juntos, yo también puedo". Me quedé dormida y mis pensamientos se desvanecieron.


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Escuché un pitido, enseguida lo identifiqué con el despertador, abrí los ojos y moví la mano rápidamente en la oscuridad.
-Mmm- Berta hacía ruidos quejándose
Bebí un poco de agua, me froté los ojos para poder ver algo entre tantas legañas y encendí la condenada luz.
Lidia se había sentado en el colchón inchable que estaba al raso del suelo. La verdad es que ese colchón es horrible, siempre acaba deshinchado y acabas con la espalda rota. Las demás no se movían.

Me levanté e intenté llegar al armario para vestirme. Cogí una camiseta negra sencilla y mis únicos vaqueros que siempre llevo puestos. Me cambié en un segundo y fui al baño antes que mi hermano. Me lave la cara perezosamente y eso me despertó un poco. Me peine mi enredado y salvaje cabello rizado. Así que seguí mi camino hasta la cocina. Puse el mantel en la mesa del comedor. Saqué seis boles y tres bolsas de cereales. Las puse sobre el mantel y volví al cuarto haber que tal estaban. Lidia ya estaba vestida, Sofia estaba sentada inmóvil, Mireia estaba en ropa interior y Berta seguía sobre la cama. 

- Venga chicas, ya está el desayuno. Queda media hora para que empiece el instituto y tardamos cuarto de hora en llegar.- dije preocupada mientras me ponía unas botas estilo country negras con las que tanto me identifico.-¡Berta levántate del colchón de una vez!
- ¡Joder!- farfulló mientras se movía lentamente para levantarse.
Me fui al comedor, me senté en una silla transparente de plástico pero elegante.


Exactamente esta
Mi hermano ya estaba allí, llevaba una camiseta gris, un poco arrugada. Se estaba sirviendo mis cereales favoritos, chocapics.
- Hola hermanita ¿Qué tal la mañana?
- Sabes bien que por la mañana no soy una persona muy charlatana, pero supongo que bien. ¿Y tu?- preguntaba mientras me servía chocapics en el bol, al que añadí leche.
- Bien. Me parece que tus amigas no desayunan.
- Si, supongo que no.- dije mientras entraba Lidia y Mireia al comedor.
- Hola dormilonas- susurré con una sonrisa - si corréis puede que os de tiempo a desayunar.
Me levanté y me fui al baño a lavarme los dientes. Quedan tres minutos para irnos. Cogí
dos magdalenas para Sofia y otras dos para Berta para que desayunaran. 
- Berta, Sofia nos vamos- dije mientras me acercaba a mi cuarto. Pude ver a Berta peinándose y Sofia tirada en la cama vestida.

Tres minutos tarde, pero conseguimos salir de casa.Nos subimos todos al ascensor un poco apretados. 
- Mireia, ¿era para hoy lo de llevar una foto a tecnología? - pregunté curiosa
- No, es para el martes.
- Menos mal
Pude oír a Berta reír.
- No puede ser, Sofia se lo has contado- dijo Adrian
- En realidad ella ya lo sabía- dijo tímida
Por fin llegamos al cero. Vivir en el decimotercer piso tiene sus desventajas. Avanzamos por el portal hasta llegar a la gran puerta de cristal. Llegamos al colegio en tiempo récord y pudimos ir al baño, ya que ha Berta no le dio tiempo ha hacer sus necesidades en casa.
- Bueno, tías, nosotras nos vamos que a primera hora tenemos al profesor chiflado.
- Vale
Sofía y Berta se fueron a su clase. Lidia, Mireia y yo entramos en la nuestra. No había mucha gente solo cuatro personas, aunque solo queden tres minutos para que suene el timbre. Suelen llegar a las ocho y cinco, y el profesor no les pone falta. 

Nosotras saludamos a los de clase y nos sentamos en una esquina de la clase, siempre nos sentamos allí.
- ¿Qué tenemos ahora?- preguntó, como siempre, Mireia
- Puff, filosofía - contestó Lidia
- ¡Dios! Que tortura, ¿a quién se le ocurre ponerla a primera hora? - añade Mireia
- Prefieres mates, física o biología - dije
- Creo que no.
Nos reímos.
- Tías, ¿la visteis el otro día? Que pintas llevaba- dije
- Si, viste fatal, creo que coge una prenda de cada color adrede- continuó Mireia
- A ver como va hoy- se anticipó Lidia

Entró la profesora de filosofía corriendo, lo cierto es que llegaba seis minutos tarde. Mejor para nosotros, aunque 49 minutos con ella seguirán siendo muchos. Me levanté de la repisa de la ventana y aceleré a mi sitio. Me resultaba horrible, estaba con una chica muy borde que no paraba de mirarme con odio, y otra chica que se reía como si su vida dependiera de ellos, al lado mio un chico muy malote, se cree lo más de lo más y por eso no hace nada. Solo dibuja gente en una libreta y de vez en cuando habla con las chicas de atrás. Me han debido de poner con la gente más estúpida de la clase y menos agradable de estar.

Los 49 minutos fueron pasando. Fui mirando a las diferentes personas de la clase y reconocía a Miguel. Se me había olvidado que iba a mi clase. Me fije que al mirarle, él me estaba observando. Cuando se dio cuenta de que yo le miraba, aparto su mirada. Que raro.

Acabo la clase. Por fin. Me había parecido que habían pasado 2 horas en vez de una. Guardé los apuntes del ser humano, mi agenda y mi estuche, y me levanté para volverme a sentarme en la repisa. Entonces Miguel se cruzó en mi camino y sentía que me derretía. Era tan guapo, me dolía que no supiese cuanto le quiero, cuanto habíamos compartido. 
- Ana ¿Estás bien? ¿Qué te pasó ayer? - me dijo Miguel
Desperté de mis fantasías.
- Nada, es que... no había comido en todo el día y me encontraba fatal.
- Claro - se río. Esa risa, esa sonrisa - pues come que no puedes ponerte mala después de lo que has pasado. 
Sonreí como respuesta
- ¡Oye! ¿Vas a venir a la fiesta?
- ¿Que fiesta? - sabía perfectamente de que me hablaba, pero quería perder el tiempo, con él.
- Pues la que he preparado, es esta noche, empieza a las 6:00
- Ah - puse cara de sorpresa- claro, vale, me apunto. Por cierto ¿Qué fiesta que se precie empieza tan pronto?
Él se ríe. Le he hecho reír.
- Pues es que entre que la gente llega siempre tarde y mis padres vendrán mañana temprano, quiero tener tiempo para recoger.
- Ah, vale. - me reí - si quieres te ayudo. 
Dios, como he podido decir eso, no debía haberlo hecho, ¿Qué va a pensar de mi?
- No hace falta - dijo
- Bueno, si necesitas ayuda, dímelo - dije arrepintiéndome de cada palabra que había dicho. ¡Como he dicho eso! El sonrió y yo fui con mis amigas.
Uh, Ana de que hablabas con tu novio- dijo Lidia
- De cosas, y no es mi novio
Nos reímos.Las siguiente clase de lengua paso bastante rápido, aunque aún seguía absorta por la conversación que había tenido con Miguel. Fantaseaba y soñaba.

                          

- Tía que aburrimiento- dijo Mireia

Por fin sonó el timbre. Guarde mi libro y cuaderno de lengua en la cajonera y metí mi agenda y estuche en la mochila. Me levanté y fui al pupitre de Mireia.
- Si, bastante aburrido- mentí
Lidia se acercó a nosotras y dijo:
- ¿Nos vamos?
Nos levantamos Mireia y yo, y fuimos juntas a la clase de Berta y Sofia. Estaba en el piso de abajo, era la única clase de cuarto de la ESO que se encontraba en ese piso. Bajaron las escaleras con una decena de estudiantes más. Al llegar al primer piso, giraron a la izquierda por una puerta roja y andamos recto. 4ºA, aquí esta. Entramos no había mucha gente, allí estaban nuestras amigas. Nos acercamos a ellas, pasando entre cinco filas de pupitres.
- Bueno chicas, en este recreo tenemos que pensar en que nos vamos a poner.- dijo Berta
Nos reímos.
- Yo me pondré mi único vestido y mis únicos tacones- dijo Mireia
- No, mejor te dejo yo uno mío y tus tacones negros los acepto- dijo Berta
- Esta bien, gracias.
- Yo tengo un vestido morado y otro negro. No tengo ningún tacón.- dije
- A mi me encanta tu vestido negro- dijo Lidia
- A mi el morado- dijo Mireia
- Creo que te queda mejor el negro pero no enseñas nada- dijo Berta
- Vale entonces el negro, no soy una chica atrevida a la hora de enseñar Berta
La gente pasaba por la ventana de la clase, pude ver a Miguel. Estaba con Jaime. Me entro un escalofrío. Un minuto, ¿seguirá con la chica que vi antes de desmayarme? No, solo habrá sido un lío.
La conversación de la ropa acabó, al final todas tenemos que ir sí o sí a la casa de Berta a por algo, vestido, tacones, maquillaje. 
- Chicas, Ana ha hablado con Miguel
- ¿Qué?- dijo Sofia
- No ha sido nada, bueno ha sido genial. Estaba allí dirigiéndome a Lidia y Mireia y de repente me empieza a hablar. Me preguntó que si estaba bien, que si iba a ir a su fiesta, y...- deje la frase a medias
- ¿Y?- insistió Berta
- Y le dije que podía ayudarle a recoger si necesitaba ayuda- dije avergonzada
Ellas se rieron. 
- No tiene gracia, es muy bonito Ana- dijo Mireia

- Gracias Mireia- dije
Sonó el timbre.
- Tías en el segundo recreo me quedo a hacer deberes, vosotras salid a dar un paseo, a ver si piensan que somo unas frikis- dijo Berta
- Berta, ¿desde cuando quedarse en clase es malo?- pregunté
- Tenemos que enseñarles que estamos vivas, que nos gusta relacionarnos.
Subimos a clase, ahora nos tocaba el profesor chiflado, que pocas ganas. La clase fue como cualquier clase normal, sacó a tres alumnos fuera de clase y repitió diez veces que teníamos que estar en silencio. Me aburrí como nunca, lo bueno fue que el chico de al lado mío me hizo un dibujo muy raro. Me entretuve con el un buen rato, tome apuntes y mire unas nueve veces a Miguel. El me devolvió la mirada cinco veces, más de la mitad. Estoy completamente enamorada. Sonó el timbre y en un abrir y cerrar de ojos el profesor desapareció. Solo pude pensar en... Educación Física.
Cogí mi ropa de cambio y mis amigas y yo nos fuimos al gimnasio, el piso más bajo. Mientras andábamos comentábamos cosas:
- Mireia tenías que haber visto a Ana mirando a Miguel, y él a ella.- dijo Lidia
Yo intentaba decirla que se callara o que hablase más bajo, y si alguien se enteraba.
-Tía, shhh- dije
Nos volvimos a reír. 
- Oye - interrumpí esa conversación tan incómoda- sabéis que hoy empezamos el maldito trabajo de acrosport.
- Dios, ¡no! Siempre igual- se quejó Mireia
- Haber con quien nos toca - dijo Lidia
- Seguro que lo elegimos nosotras- dije
- Ya, pero todos los chicos fuertes se los llevara el grupo de las arpías - dijo Lidia mientras llegábamos al gimnasio las primeras.
Entramos al vestuario y nos cambiamos. No es que un chándal y una sudadera ancha sea el mejor conjunto pero por lo menos quedaba bien. Salimos del vestuario y nos sentamos en los bancos esperando a que el profesor se acercara a explicarnos que teníamos que hacer. Fue sentándose a nuestro al rededor el resto de la clase. Hablaban de fútbol, de noticias o de bobadas. Mireia nos cuenta noticias de famosos, algo muy interesante. No sabía que Taylor Swift y Harry Styles habían roto. Me gustaba esa pareja, los dos tan dulces. El profesor, ancho y bajito con poco pelo en la cabeza, un audífono en la oreja izquierda y un chándal a conjunto, nos explico las reglas, normas y los objetivos del trabajo. Teníamos que ir en grupos de cinco o seis y que fuese mixto. Nos dejo cinco minutos para buscar nuestro grupo.

- Tías, ¿con quien vamos?- dije sin mucho interés
- Ufff, apostaría por el grupo de frikis - dijo Lidia
Se acerco a mí, el que no creería que volviese a hablar en todo el día, Miguel. Se me aceleró el corazón, sentía que me quedaba sin aire, solté un suspiro. Una sonrisa adorno mi seria cara. 
- Ana, ya que solo sois tres y nosotros somos cuatro, podemos ir juntos, si quieres. Digo si queréis. 
Yo sonreí. Sentía que me volvía a desmayar, pero de alegría, de calor de deseos.



- Claro que queremos- dijo Lidia
Me levante lentamente. Nunca antes nos habíamos relacionado con los tíos más guays del instituto, bueno nunca en la realidad. Me encantaría gritarle "Te quiero" pero sería muy raro, mejor para otro momento. 

Nuestro grupo eran; Lidia, Sofia, Miguel, Jaime, Gonzalo y Nacho. Nacho no. Nacho no. Nacho no. Porque tiene que mezclarse todo. Bueno ya no me atrae en absoluto, y yo tampoco a él, eso creo. Gonzalo era el que me ha hecho el dibujo hace unas horas.

Teníamos que elegir figuras y la música. 
- ¿Qué canción escogemos?- dijo Jaime
- No se- dijo Miguel
- Mmm, ¿Qué tal esta?- dije mientras sacaba el móvil para poner esta canción:

       

- A mi me gusta- dijo Lidia
- A mi también- añadió Mireia
- Me gusta- dijo Gonzalo
Miguel sonrío
- Va, entonces esta canción- dijo Miguel
Así acaba el cuarto capítulo de la segunda temporada de Despierta.

4 comentarios:

  1. Hoolaa! Es totalmente precioso, escribes muy bien :)
    Seguro que triunfarás :)
    Pásate y si te gusta sígueme preciosa!
    Un beso!!
    http://viviendoennuestrocuento.blogspot.com.es

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    1. Muchiiiiisimas gracias:) En serio, nadie me había dicho que escribía bien! Lo cierto
      es que ya te había empezado a seguir, jaja :) Me encanta la noticias de las cosas que tienes que hacer antes de morir! Gracias por comentar :)

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  2. Veamos como sigue el acercamiento de Ana y Miguel, espero que el trabajo de acrosport les ayude a "reconocerse" :)
    Ahora mismo me voy a por el siguiente ^^
    Un besazo

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    1. Gracias, a veces pongo tantos detalles que se me olvidan y tus comentarios me ayudan mucho. Ahora tengo que meter más el acrossport que no lo he vuelto a mencionar (carita de preocupacion).
      Besos ^^

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