Recibimos todas un mensaje que decía: "fiesta n la casa d Nacho a las 6:00". Me puse muy nerviosa.
Volvimos cada una a su casa. Subí la escalera y llegué al portal. Me metí en el ascensor, después de haber saludado al portero. Mi piso era el trece. Noté que movía el pie, se notaba que estaba nerviosa. Bajé del ascensor. Cogí mis llaves de mi mochila azul oscuro y abrí la puerta. Mi casa me parece preciosa y muy cómoda, no es enorme, aunque nuestro salón es muy grande. Crucé el pasillo y llegué a mi cuarto. Es bastante grande. Dejé la mochila en el suelo. Me vestí con una ropa más cómoda y fui a ver la tele. Echaban mi serie favorita, Gossip girl. Acabó a las 2:06. Así que me puse a preparar la comida. Entré en la cocina y leí en un post-it de la nevera: "comida: calentar los macarrones y los sándwiches de rodilla que quedan en la nevera. Hoy iba a ser comida de restos. Mientras metía los macarrones en el microondas, escuché que alguien habría la puerta de casa. Era Adrián. ¿Qué habrá hecho estas dos horas? No me preocupaba, además el tampoco me lo iba a contar.
- ¡Adrián!- grite
El chico de ojos azules y pelo oscuro entro en la cocina.
- ¿Qué?
- ¿Quieres comer?
- Sí- dijo él
- Pues pon la mesa
- Joder- contesta farfullando
Que agradable es. Pero me hace caso y pone la mesa. Comimos viendo los Simpson. Al acabar, recogí parte de la mesa.
Después me fui a mi cuarto y me puse en el ordenador hasta que vi que eran las 4:00. No sabía que ponerme. Revolví todo el armario, en busca de algo decente que llevar puesto. Al final encontré un vestido precioso oscuro con pequeñas círculos. Me dí una buena ducha, escuchando mis canciones del iPod. Sobre todo eran de Taylor Swift. Pero también había de Katy Perry, One direction, Jessie J y algunas de Carly Rae Jepsen.
Luego me maquillé un poco, me puse gloss en los labios, me pinté la raya, me pinte los parpados de un color morado oscuro y me eché colonia de vainilla. Me encanta la vainilla. Me puse el vestido. Pero no sabía que zapatos llevar. Me metí en el tuenti y miré si Berta estaba conectada. Para cualquier cosa de vestir ella era a la que tenía que recurrir. Ella decía que me dejaba unos zapatos. Me puse unas deportivas horribles y me despedí de mi hermano.
Oh, mierda, mis padres. Mande un mensaje a mi madre, ella siempre dice que no la llame, no se porque. La pregunté si podía ir a casa de Berta hasta tarde. No podía decirle que me iba de fiesta un lunes, así que la oculte parte de la verdad, eso me hizo no sentirme tan mal. Ella me dijo que hasta las 9:15. Yo la propuse que me dejase media hora más, acepto. Así que tenía que volver a casa a las 9:45, si.
Fui a casa de Berta, no me pillaba muy lejos. Me dijo que estaba muy guapa, y en ese momento, y sin mirar su enorme armario, sabía que zapatos me quedarían genial. Subí a su cuarto detrás de ella. Abrió su armario, que te deja pasmada la de ropa que tiene, y me saco unos taconazos beige claro. Eran preciosos. Me cambie de calzado. Eran un poco incómodos, pero quería estar muy guapa. Ella se cambió, tardó media hora en escoger el modelito perfecto. Iba preciosa con un vestido rojo, muy corto. Se pinto los labios rojos, la raya y se echó colonia de su madre de Channel. Estaba así (aunque Berta es más guapa, claro);
Llegamos estaba lleno de gente y la música muy alta, todos bebiendo. Os confieso algo, nunca he bebido y no quería hacerlo. En seguida vi a Nacho y me ruboricé estaba guapísimo, con un polo rojo y unos vaqueros oscuros. Fuimos a la cocina y cogimos bebidas, yo cogí agua del grifo.
- Vamos a bailar, chicas.-gritó Mireia
Fuimos al salón y bailamos como nunca, empezaba a tener calor y fui a beber agua de mi vaso, cuando me quise dar cuenta ya me había bebido casi todo el agua. No me encontraba bien empezaba a delirar y estaba que no me tendía en pie y no se porque dije:
-¡¡Nacho te quiero!!
Mis amigas me cogieron y me llevaron a otra habitación y me decían:
- ¿Ana que te pasa?
Yo les decía enfadada que me dejaran en paz. Ellas no sabían que me pasaba y salimos todas de esa habitación. Yo me quedé en el salón a bailar y ellas fueron a beber algo. Entonces vieron mi vaso casi vació. Berta fue a beber de mi vaso y se dio cuenta de que:
- ¡¡Chicas!! esto no es agua es... tequila
- ¿Qué?-decía Lidia
- Chicas, ¿Donde esta Ana?
Fueron todas a buscarme y me encontraron liándome con Miguel (el chico del baño del capítulo 2). Así acaba el cuarto capítulo de Despierta.
Volvimos cada una a su casa. Subí la escalera y llegué al portal. Me metí en el ascensor, después de haber saludado al portero. Mi piso era el trece. Noté que movía el pie, se notaba que estaba nerviosa. Bajé del ascensor. Cogí mis llaves de mi mochila azul oscuro y abrí la puerta. Mi casa me parece preciosa y muy cómoda, no es enorme, aunque nuestro salón es muy grande. Crucé el pasillo y llegué a mi cuarto. Es bastante grande. Dejé la mochila en el suelo. Me vestí con una ropa más cómoda y fui a ver la tele. Echaban mi serie favorita, Gossip girl. Acabó a las 2:06. Así que me puse a preparar la comida. Entré en la cocina y leí en un post-it de la nevera: "comida: calentar los macarrones y los sándwiches de rodilla que quedan en la nevera. Hoy iba a ser comida de restos. Mientras metía los macarrones en el microondas, escuché que alguien habría la puerta de casa. Era Adrián. ¿Qué habrá hecho estas dos horas? No me preocupaba, además el tampoco me lo iba a contar.
- ¡Adrián!- grite
El chico de ojos azules y pelo oscuro entro en la cocina.
- ¿Qué?
- ¿Quieres comer?
- Sí- dijo él
- Pues pon la mesa
- Joder- contesta farfullando
Que agradable es. Pero me hace caso y pone la mesa. Comimos viendo los Simpson. Al acabar, recogí parte de la mesa.
Después me fui a mi cuarto y me puse en el ordenador hasta que vi que eran las 4:00. No sabía que ponerme. Revolví todo el armario, en busca de algo decente que llevar puesto. Al final encontré un vestido precioso oscuro con pequeñas círculos. Me dí una buena ducha, escuchando mis canciones del iPod. Sobre todo eran de Taylor Swift. Pero también había de Katy Perry, One direction, Jessie J y algunas de Carly Rae Jepsen.
Luego me maquillé un poco, me puse gloss en los labios, me pinté la raya, me pinte los parpados de un color morado oscuro y me eché colonia de vainilla. Me encanta la vainilla. Me puse el vestido. Pero no sabía que zapatos llevar. Me metí en el tuenti y miré si Berta estaba conectada. Para cualquier cosa de vestir ella era a la que tenía que recurrir. Ella decía que me dejaba unos zapatos. Me puse unas deportivas horribles y me despedí de mi hermano.
Oh, mierda, mis padres. Mande un mensaje a mi madre, ella siempre dice que no la llame, no se porque. La pregunté si podía ir a casa de Berta hasta tarde. No podía decirle que me iba de fiesta un lunes, así que la oculte parte de la verdad, eso me hizo no sentirme tan mal. Ella me dijo que hasta las 9:15. Yo la propuse que me dejase media hora más, acepto. Así que tenía que volver a casa a las 9:45, si.
Fui a casa de Berta, no me pillaba muy lejos. Me dijo que estaba muy guapa, y en ese momento, y sin mirar su enorme armario, sabía que zapatos me quedarían genial. Subí a su cuarto detrás de ella. Abrió su armario, que te deja pasmada la de ropa que tiene, y me saco unos taconazos beige claro. Eran preciosos. Me cambie de calzado. Eran un poco incómodos, pero quería estar muy guapa. Ella se cambió, tardó media hora en escoger el modelito perfecto. Iba preciosa con un vestido rojo, muy corto. Se pinto los labios rojos, la raya y se echó colonia de su madre de Channel. Estaba así (aunque Berta es más guapa, claro);
Llegamos estaba lleno de gente y la música muy alta, todos bebiendo. Os confieso algo, nunca he bebido y no quería hacerlo. En seguida vi a Nacho y me ruboricé estaba guapísimo, con un polo rojo y unos vaqueros oscuros. Fuimos a la cocina y cogimos bebidas, yo cogí agua del grifo.
- Vamos a bailar, chicas.-gritó Mireia
Fuimos al salón y bailamos como nunca, empezaba a tener calor y fui a beber agua de mi vaso, cuando me quise dar cuenta ya me había bebido casi todo el agua. No me encontraba bien empezaba a delirar y estaba que no me tendía en pie y no se porque dije:
-¡¡Nacho te quiero!!
Mis amigas me cogieron y me llevaron a otra habitación y me decían:
- ¿Ana que te pasa?
Yo les decía enfadada que me dejaran en paz. Ellas no sabían que me pasaba y salimos todas de esa habitación. Yo me quedé en el salón a bailar y ellas fueron a beber algo. Entonces vieron mi vaso casi vació. Berta fue a beber de mi vaso y se dio cuenta de que:
- ¡¡Chicas!! esto no es agua es... tequila
- ¿Qué?-decía Lidia
- Chicas, ¿Donde esta Ana?
Fueron todas a buscarme y me encontraron liándome con Miguel (el chico del baño del capítulo 2). Así acaba el cuarto capítulo de Despierta.